2 marzo, 2021

Helena Barracó Nogués, forma parte de la segunda promoción de ambientólogas de la UAB. Vive en Barcelona y trabaja en la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona. También es madre de dos niños, Pau y Genís.

¿Cuáles son tus tareas diarias en el cargo/cargos que ocupas? ¿Qué responsabilidad implican estas tareas y las decisiones tomadas?

Dentro de la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad soy la responsable del departamento de equipamentos y programas, que tiene por misión extender la cultura de sostenibilidad entre la ciudadanía, las entidades, las empresas, las organizaciones y las escuelas de la ciudad. ¡Todo un reto en una gran ciudad como Barcelona!

Esto incluye, entre otras tareas: coordinar personas y presupuesto; diseñar y producir programas y recursos de cultura de sostenibilidad en el ámbito de la educación formal y no formal para promover el conocimiento y la acción corresponsable en los ámbitos relacionados con la sostenibilidad y la emergencia climática; dinamizar de la Red Barcelona+Sostenible, con más de 1.600 miembros para extender la cultura de sostenibilidad y la acción climática en la ciudadanía y en los barrios, en las escuelas, a las entidades, empresas y organizaciones y comercios facilitando el trabajo en red y proyectos transformadores conjuntos; dinamizar e impulsar las equipaciones ambientales y sus actividades con la gestión directa de la equipación de la Fábrica del Sol, el Centro de la Playa y el espacio lúdico familiar ambiental del Parc de la Ciutadella; dinamizar la red de aulas ambientales de distrito (hay 11 actualmente) y hacer la coordinación con otros centros y programas de educación ambiental municipales o ciudadanos.

¿Cuáles han sido tus grandes logros a tu carrera profesional? ¿Tienes algún otro logro/ambición pendiente en un futuro?

Mis primeros pasos profesionales fueron en una organización internacional de gobiernos locales, el ICLEI-Local Govenrments for Sustainability, donde estuve trabajando en el impulso de las Agendas 21 locales a Europa. Fue una experiencia muy enriquecedora tanto en el ámbito profesional como en el ámbito personal.

Desde el año 2000 tengo la suerte de trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona, donde he participado en varios programas y proyectos. Trabajé en el impulso del programa de ambientalización interna, el Programa Ajuntament+Sostenible, estableciendo criterios de compra y contratación responsable y haciendo formación en el personal municipal. Conseguimos incorporar criterios de madera certificada en el mobiliario urbano y en obras, la obligatoriedad de utilizar papel reciclado, criterios éticos en la ropa de trabajo, comer ecológico en los comedores de las escoles bressol e introducir la recogida selectiva en las dependencias municipales. También trabajé en el ámbito de la prevención de residuos, haciendo el primer plan de prevención de residuos de la ciudad.

Actualmente, estamos trabajando en el Plan Estratégico de Cultura de Sostenibilidad y Acción Climática 2021-2030, que tiene que servir para continuar impulsando y acelerando la acción ciudadana consciente y proactiva para hacer frente a la emergencia climática. Tenemos el doble reto de conseguir una acción colectiva transformadora a la vez que también ganar demasiado crítica despertando conciencias de públicos a los cuales no hemos podido llegar.

¿Hay algún género mayoritario al sector de la educación ambiental?

Claramente el género mayoritario de las profesionales en el ámbito de la educación ambiental urbana, según el que he podido observar en los años que hace que trabajo, es el género femenino. En los equipos de personas que trabajamos los hombres son muy minoritarios.
Seguramente, hay de entrada un sesgo femenino porque ya la formación que acostumbran a tener las personas educadoras -pienso en ciencias ambientales o biología- hay más chicas que chicos. También creo que las habilidades de comunicación, empatía, paciencia, adaptabilidad y flexibilidad que se requieren para llevar a cabo esta tarea las mujeres nos sentimos cómodas.

¿Hay algún género mayoritario al público objetivo de las acciones o actividades relacionadas con la educación ambiental?

Las actividades que promovemos desde el Ayuntamiento de Barcelona van dirigidas a diferentes tipos de públicos. Las diferenciamos por temáticas y por el abordaje pedagógico que basura.

En cuanto al público escolar la paridad es la que encontramos en las escuelas, con participación de niños y niñas y profesores y profesoras por igual.

En el espacio lúdico del Parc de la Ciutadella atendemos a familias con niños de 0 a 5 años y entre semana se observa que la mayoría de las acompañantes son madres (también hay padres y abuelos y abuelas, pero son minoritarios), por que son las que mayoritariamente, todavía hoy en día, se encargan más habitualmente del cuidado de los niños, sobre todo en esta franja de edad. En cuanto a la oferta público familiar en equipamentos de cultura de sostenibilidad, la oferta es básicamente de fin de semana y vemos que en el tiempo de ocio vienen tanto padres como madres.

En cuanto a la oferta de actividades parar público adulto entre semana depende del horario en la que las hacemos: por las mañanas acostumbra a venir gente en edad más avanzada y gente en el paro y sí que se observa que las mujeres son más activas y participativas. En cambio, el público que tenemos por las tardes está bastante más igualado.

¿Te has podido encontrar trabas en tu carrera profesional con aspectos vinculados al hecho de ser una mujer?

Cuando empecé en el Ayuntamiento, al inicio de mi carrera profesional, cuando llevaba el programa de ambientalización interna, sí que me encontré en algunos ámbitos con algunas actitudes del tipo “que me tiene que decir una jovencita como tú sobre como hago mi trabajo”… Dichosamente, la situación ha cambiado muchísimo desde entonces y ahora tenemos una alcaldesa y muchas mujeres en altos cargos directivos del Ayuntamiento y también los temas ambientales han ido impregnando el ADN de la organización.

Pienso que el hecho de tener permisos de paternidad/maternidad de tiempo diferenciado, como teníamos antes, era discriminatorio. Pero en el Ayuntamiento de Barcelona fueron pioneros en la hora de ampliar los permisos de paternidad para los padres.

Otro aspecto relevante es que las bajas por maternidad no se suplen, con lo que esto supone para el equipo cuando no estás (sobrecarga de trabajo para los compañeros y compañeras). Esto también crea una “mala conciencia” a la hora de querer coger permisos o alargar permisos. Pienso que hay campo para recorrer todavía en este sentido, también en el ámbito de la conciliación laboral, espero que algún día no tengamos que elegir entre poder estar y tener cura de los hijos y el trabajo.

¿Dispones de espacios a tu trabajo para gestionar  la discriminación sexista? ¿Estos espacios están pensados para desarrollar prácticas feministas como las curas, la lucha contra el acoso laboral y sexual y por razón de sexo, conciliación, o la democracia?

El Ayuntamiento de Barcelona dispone de un Plan de Igualdad 2020-2030, que tiene por objetivo principal garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres con varios ámbitos de intervención: cultura institucional, política y estructura retributiva, procesos de gestión de personas, conciliación de la vida personal, familiar y profesional, prevención de riesgos laborales y de vigilancia de la salud, prevención del acoso sexual y acoso por razón de sexo, comunicación, lenguaje e imagen corporativa. Se ha avanzado mucho en la integración de la igualdad de oportunidades de género en la cultura organizativa, pero aun así, recientemente han salido a la luz unos casos de acoso sexual y por tanto no se puede bajar la guardia.

¿Crees que es importante celebrar el 8M?

Pienso que sí que hay que celebrar este día y reivindicarnos. Vamos avanzando, pero todavía queda camino por recorrer. Socialmente continúa habiendo desigualdades, discriminación, brecha salarial, hay que avanzar en temas de conciliación profesional-familiar, puesto que las mujeres nos ocupamos mayoritariamente de las curas y hay mujeres víctimas por la violencia machista. Mientras esto pase, tenemos razones para celebrar el día de la mujer.

También pienso que la visión eco-feminista es esencial para poder afrontar los grandes retos civilizadores que estamos ya afrontando, donde tenemos que ser capaces de hacer mayorías sociales que confronten, que subviertan y que a la vez sean capaces de construir.