La jornada sobre las energías renovables que organizó el COAMB conjuntamente con el CEDAT, acción impulsada por el Grupo de Trabajo de las Energías Renovables, sirvió para poner de manifiesto algunos puntos clave sobre cómo debe ser la transición energética en Cataluña:
- Debe ser un modelo cien por cien renovable, distribuido, desnuclearizado, descarbonizado y democrático, y que garantice el derecho al acceso a la energía como bien común.
- En relación con los objetivos de implementación de energías renovables aprobados en la unión europea, nos encontramos muy lejos de cumplirlos, y se suma la dificultad de tener que incorporar un nuevo modelo sin detener el modelo energético actual. Algunos datos del año 2020 en relación con la energía eléctrica son: Hidroeléctrica 12%, Eólica 5,8%, Fotovoltaica 1,1%; Otros renovables 0,9%. El total de las energías renovables supuso un 19,8% mientras que la energía nuclear representó el 54,9%.
- Faltará la redacción de una ley de transición energética y una planificación en diferentes períodos de tiempo y con planes de acción concretos
- La hoja de ruta para la transición energética en Cataluña pasa principalmente por la electrificación de la demanda (la PROENCAT 2050-Prospectiva energética de Cataluña en el horizonte 2050-trabaja por la electrificación), y esta electricidad debe ser renovable, y con un modelo distribuido y participado; también trabajar para evitar el rechazo social de las energías renovables eólica y fotovoltaica por medio de mecanismos de compensación, y trabajar por un recibo eléctrico justo y transparente
- Con la electrificación se espera una reducción de los consumos entre 2017 y 2050 en un 20%, con un escenario de máximos de electrificación.
- Necesitamos un modelo descentralizado, que no concentre todos los proyectos de renovables en los mismos territorios/comarcas de Cataluña: las zonas de Cataluña edificadas, con tejados, son potenciales de llenar con placas solares y no pueden quedar vacías; y aunque no sea suficiente la generación de electricidad mediante techos, es necesario tenerlas muy presentes y priorizarlas, por delante de la ocupación de suelo para instalar parques de renovables en suelo.
- Es necesario tener en cuenta que las energías renovables fluctúan, y será necesaria una gran cantidad de almacenamiento
- La columna vertebral de la transición energética es la red de distribución de media y baja tensión eléctrica, que debe ser desbloqueada; es necesario pasar del modelo centralizado (tensión de 130kV-400kV) a un modelo distribuido y participado y por ello el Decreto ley
- Hay que dar mayor protagonismo a las comunidades de energías renovables ya las comunidades ciudadanas de energía; más empoderamiento en la población, y en pequeña y mediana empresa. Para que sean figuras permanentes, es necesario articular estrategias y oportunidades más allá de líneas de ayudas puntuales.
- Hay que priorizar la estrategia de autoconsumo; la hoja de ruta actual se considera con objetivo continuista, poco ambicioso.
A modo de conclusión, celebramos que el nuevo Decreto Ley haya modificado los objetivos para hacer partícipe en el territorio, velar por la biodiversidad, e incorporar criterios agronómicos; así como dar preferencia a la implantación de energías renovables de pequeña y media tensión, y que priorice la ocupación de las cubiertas de los edificios; que haya modificado el procedimiento para la presentación de proyectos, de forma que no exista una saturación de proyectos presentados que no cumplen con los requisitos mínimos y que pueden dar lugar a la especulación; que se plantee la constitución de una Comisión de Seguimiento con la compañía distribuidora y con la Dirección General de Energía para analizar proyecto por proyecto de conexión a la red de hasta 25 KV.
Sin embargo, la disposición adicional primera recoge que el Gobierno debe acordar la formulación del Plan territorial sectorial para la generación eléctrica eólica y fotovoltaica, sus líneas de evacuación y sus elementos de almacenamiento en el plazo de seis meses a contar de la entrada en vigor de este Decreto ley (antes del 28 de abril de 2022), pero esto no significa que en seis meses habrá un plan territorial sectorial. Por tanto, queremos remarcar la necesidad de una planificación sectorial y territorial de país, que esté en la base de la transición energética, por encima del planteamiento caso por caso.